La disponibilidad fácil de contenidos mediante dispositivos móviles plantea el riesgo de una exposición temprana y excesiva a la pornografía. Según datos de organizaciones especializadas, 7 de cada 10 adolescentes se ven afectados por esta tendencia. Esta exposición puede generar problemas significativos en la salud mental y el desarrollo emocional a largo plazo.
Igualmente, la pornografía tiene el potencial de distorsionar las expectativas sobre las relaciones sexuales, dando lugar a una brecha entre las fantasías representadas en la pantalla y la realidad de las relaciones íntimas y saludables.
Especialistas en Psicología y Criminología han diseñado charlas educativas dirigidas a:
- Adolescencia y juventud: Encaminadas a distinguir la realidad de la ficción; a identificar si están teniendo un consumo insano; y a proporcionarles las estrategias necesarias para un uso saludable de las TICs.
- Familias: Encaminadas a potenciar la comunicación; a detectar conductas insanas; y a conocer las medidas preventivas que se pueden utilizar.
Las charlas se imparten en los propios centros educativos o en lugares fuera de ellos.
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