Regla nº 2: Cuando tengas que iniciar un viaje, compra billete de ida y vuelta.
Lo primero que hay que hacer para cambiar de actitud, de conducta o tomar otro camino en la vida es darte cuenta de que por el que vas no lleva al lugar que querías ir, pero lo segundo es saber que ruta elegir.
Lo has pensado y ya tienes claro que se impone un cambio, que hasta ahora has llegado a destinos no deseados.
Recuerdo a una buena persona que llegó a nuestra consulta y nos comentaba que después de haber vivido la tortura de los malos tratos, se había dado cuenta de que ya no podía seguir viviendo más con aquel hombre, sabía que tenía que hacer algo diferente, no sabía exactamente qué hacer y así lo manifestó: “No sé lo que quiero, pero sé exactamente lo que no quiero”.
Puede que te pase lo mismo, que no sepas exactamente que ruta tomar, que senda elegir de todas aquellas que la vida nos muestra.
No siempre tenemos ante nosotros un cruce de caminos conocido, o incluso teniéndolo, llevamos diferente equipaje y no sabemos muy bien cual es el adecuado en esa situación.
Tenemos dudas entre cuál de las decisiones que poder tomar será la más correcta. Hay ocasiones en las que hay que arriesgarse, pero no siempre es así.
Por lo general no es aconsejable optar por decisiones como la escogida por Hernán Cortés en 1519, cuando, para obligar a sus hombres a continuar, decidió “quemar las naves”, en sentido literal, de tal forma que una vez que los soldados sabían que no había camino de retorno, que no podían volver a embarcar para regresar a España o a otra tierra conocida, no tuvieron más remedio que continuar y seguir hacía adelante.
Lo más recomendable es escoger la opción que nos permita cambiar o regresar en el caso de que veamos que la decisión adoptada no está siendo la más adecuada, o que incluso era peor que el camino que habíamos tomado por primera vez.
Siempre que te encuentres con la duda sobre que hacer, escoge aquello que puedas “probar” y que si no te gusta, puedas volver atrás para escoger otra de las alternativas, porque si no compras billete de ida y vuelta, si no existe la posibilidad de regresar, quizá te estés arriesgando demasiado.
En cambio, si existe la posibilidad de regresar, siempre puedes dejarlo e intentar otra cosa diferente, ¡¡¡¡no te hagas esclavo de tus propias decisiones.!!!!