Con este artículo llegamos al fin de la guía psicolaboral y ya nos ponemos en marcha para ofreceros un nuevo decálogo para otro ámbito de la vida.
Empezábamos hablando sobre la conveniencia de conocerse a uno mismo como primer paso para poder llegar al objetivo final que no es otro que el de no desistir en la búsqueda de empleo. Este conocimiento es de una gran utilidad para poder encajar en el mundo laboral después de analizar éste y comprobar si tendríamos que adaptarnos o si bien podríamos seguir por el mismo camino.
Continuábamos diciendo que es mucho más fácil conseguir lo que nos proponemos si dividimos la tarea en metas más pequeñas, porque de esa forma tenemos la percepción de estar avanzando continuamente lo cual supone un plus de motivación que se suma a los consejos que en ese sentido hemos mencionado para que sea más fácil seguir luchando.
Claro que para ello es necesario contar con una organización adecuada del tiempo y de las actividades, entre las que se encuentran el hacer deporte como forma de mantenerse sano y desintoxicar la mente; y la de formarse para entrar a formar parte del exigente mundo laboral de hoy en día.
También hacíamos alusión al peligro que hay de caer en cualquier tipo de adicción como forma de búsqueda del placer cuando la autoestima se ve dañada o cuando cunde la desesperación. Y comentábamos sobre la necesidad de expresar tus emociones de una forma sana antes de estallar de una forma incontrolada.
No ha sido nuestra pretensión proponer fórmulas mágicas que solucionaran todos los problemas relacionados con la ausencia de trabajo, pero si en algún caso han servido para ayudar a alguien o para aliviar algo de sufrimiento, nos damos por satisfechos.
Somos conscientes de que nuestros artículos son muy genéricos y por eso os animamos a usar las vías de contacto que prefiráis si es que queréis comentar o esclarecer alguna cuestión.